Radiografías pediátricas
Los estudios de rayos X resultan fundamentales para los médicos en el diagnóstico de patologías, para descartar lesiones traumáticas e incluso para localizar objetos o cuerpos extraños. Este tipo de examen es rápido, no invasivo e indoloro, por lo que puede ser realizado en recién nacidos y en niños pequeños o un poco más grandes.
¿Cómo debemos prepararnos para la radiografía?
El niño deberá estar vestido con ropa cómoda y suelta durante el examen, o se le ofrecerá una bata para cubrirse si fuera necesario. Además, se le solicitará dejar todo tipo de objetos metálicos y joyas que podrían afectar a la toma de imágenes.
¿Quién realiza el estudio?
El estudio es realizado por un Técnico en Radiología, que es quien le brindara las indicaciones necesarias para obtener las imágenes solicitadas por su médico.
¿Qué sucede durante el estudio?
El técnico ubicará al niño en la posición adecuada para tomar la imagen. Por lo general, el niño puede estar acompañado por un adulto en la sala de rayos X, por lo cual se le podrá pedir que utilice un delantal de plomo.
Es imprescindible que el niño se mantenga quieto para reducir la posibilidad de que la imagen salga difusa, es por ello que, a los padres de los niños más pequeños, se les podrá solicitar ayuda para mantenerlos tranquilos.
A los niños más grandes se les pedirá que mantengan la respiración y que se queden quietos por unos pocos segundos durante la radiografía.
Luego, el técnico se dirigirá hacia una cabina adjunta para corroborar la imagen obtenida o para reanudar el proceso de ser necesario.
¿Quién interpreta los resultados y como los obtengo?
Un médico especialista en diagnóstico por imágenes será quien evaluará e interpretará las imágenes obtenidas, posteriormente llevará a cabo un informe médico. Estos resultados se los podrá llevar directamente a su médico de cabecera.
Los estudios los podrá solicitar de manera presencial en nuestra institución o podrá requerirlos por nuestro mail:
